Introducción

La necesidad de mejorar la resiliencia frente a los desastres y al cambio climático está firmemente arraigada en cuatro agendas para el período posterior a 2015: el Marco de Sendai, la Agenda 2030, el Acuerdo de París y la Nueva Agenda Urbana. Habida cuenta de que los países están afrontando la implementación concurrente de estos acuerdos mundiales, se alzan voces que instan a incrementar la cooperación, mejorar la coherencia y eliminar las estructuras organizativas en compartimentos estancos. Sin embargo, en lo que se refiere a la política y la práctica, sigue siendo un reto lograr procesos de implementación más coherentes. Además, surgen preguntas respecto a la viabilidad práctica, como, por ejemplo, cuáles son los costos de la (in)coherencia.

Con el apoyo de la GIZ, en el marco de la Iniciativa Global de Gestión del Riesgo de Desastres (IGGRD), que es financiada por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) de Alemania, investigadores e investigadoras del Instituto de Medio Ambiente y Seguridad Humana de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU-EHS) analizaron los costos y los beneficios de la coherencia y la incoherencia con vistas a desarrollar una mejor comprensión de cómo y en qué medida deben aprovecharse las sinergias potenciales entre las agendas mundiales para el período posterior a 2015. El estudio se basa en una amplia revisión de la literatura, seguida de un análisis empírico en profundidad de dos estudios de caso relativos a México y Filipinas.

Conclusiones clave

  1. La formulación e implementación de políticas para la reducción del riesgo de desastres, la adaptación al cambio climático y el desarrollo general en numerosas ocasiones siguen llevándose a cabo de forma incoherente y siguiendo un enfoque de compartimentos estancos, pese a que hace años que se han propuesto enfoques coherentes.
  2. Esta incoherencia conlleva diferentes tipos de costos, muchos de los cuales no se contemplan actualmente en la agenda de los y las responsables de la formulación de políticas.
  3. Sin embargo, en muchos sentidos, la incoherencia no surge de manera casual o accidental; al contrario, entran en juego diferentes factores desencadenantes de la incoherencia, algo que es necesario entender a fin de poder crear coherencia.
  4. En ciertos aspectos, la incoherencia incluso reporta beneficios a los procesos y resultados políticos, especialmente a corto plazo. Encontrar una alternativa que sustituya esos beneficios es esencial para crear coherencia.
  5. Pese a los beneficios iniciales de la incoherencia en numerosos procesos políticos, los costos de la incoherencia a largo plazo son mucho más elevados, lo que habla en favor de la creación de coherencia, pero también pone de relieve las dificultades de dar los primeros pasos en esta dirección”. (Sandholz y otros, 2020)

Para más información, consulte el estudio completo “Costs and benefits of (in)coherence: Disaster Risk Reduction in the Post-2015-Agendas” (Costos y beneficios de la (in)coherencia: reducción del riesgo de desastre en las agendas para el período posterior a 2015) aquí (disponible solo en inglés).

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Sandholz, Simone, y otros: Costs and benefits of (in)coherence: Disaster Risk Reduction in the Post-2015-Agendas. Synthesis Report. Instituto de Medio Ambiente y Seguridad Humana de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU-EHS), Bonn, 2020.

Este informe presenta una síntesis de los resultados de un estudio apoyado por la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH en el marco de la Iniciativa Global de Gestión del Riesgo de Desastres (IGGRD), que es financiada por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) de Alemania. Las investigaciones para este estudio se llevaron a cabo entre septiembre de 2018 y agosto de 2019.

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